martes, 29 de septiembre de 2015

Listado de herramientas

                                             Listado de herramientas


1. Mapa Conceptual
2. Cuadro Sinóptico
3. Paralelo Gráfico
4. Mentefacto Conceptual
5. Micro ensayo Gráfico
6. La Uve de las competencias
7. La Uve de Gowin
8. Estructura Flexible
9. Sistemas de análisis, debates y confrontación oral.
10. Manejo y montaje de un Seminario y un coloquio
11. Utilidad, importancia y montaje de un Foro
12. La Mesa Redonda
13. el Debate
14. Utilidad, importancia y montaje de un Panel
15. Seminario Alemán
16. El Performance como herramienta pedagógica
17. Procesos y metodologías de investigación.
18. Talleres de la Pregunta (cinco tipos de preguntas)
19. Taller de la Percepción
20. Taller de la Divergencia
21. Taller de Pensar la Imagen
22. Taller de Construir la Imagen
23. Taller de la Incertidumbre
24. Taller del Asombro
25. Taller de pensar la palabra
26. Proyecto de vida. Estructura de la convivencia (axiología y espiritualidad).
27. Mandala
28. Mapa de Navegación y Red conceptual
29. Ensayos de primer nivel
30. Ensayo de segundo nivel
31. Ensayo de tercer nivel.
32. Tipos de ensayo
33. Cuatro niveles de lectura
34. Siete lecturas
35. Utilidad y diseño de una matriz
36. Clases de textos y su manipulación
37. Análisis de un texto oral
38. Análisis de un texto escrito
39. Valoración de texto visual (tipos de imágenes) seis.
40. Valoración analítica de textos audiovisuales
41. Protocolo
42. Libro móvil
43. Herramientas para el afinamiento de la Percepción
44. Gráfico lógico matemático
45. Gráfica de arreglo de datos
46. Hexágono explicativo
47. Diagrama de árbol
48. Diagrama de círculo explicativo y Diagrama de Ven
49. Diseños y clases de evaluación
50. Estructuras gráficas mixtas
51. Métodos de síntesis y presentación de información
52. Didáctica de la Hermenéutica

53. Sistemas gráficos estadísticos.

Revisando: recreación y aprendizaje, el recreo.

http://andreseduardogarcia.blogspot.com.co/2012/08/revisando-recreacion-y-aprendizaje-el.html

entrevista a tonucci

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/lavozdelaescuela/2015/04/07/deberes-equivocacion-pedagogica-abuso/00031428264968120321927.htm

"No se hace una buena escuela sin escuchar a los niños"

lhttp://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2008/09/28/educacion/EDUC-01.html
El aprendizaje escolar tiene sus bases en las habilidades cognitivas, éstas son procesos mentales superiores por medio de las cuales conocemos y entendemos el mundo que nos rodea, procesamos información, elaboramos juicios, tomamos decisiones y comunicamos nuestro conocimiento a los demás. Ello se logra gracias a procesos cognitivos básicos que se desarrollan desde los primeros años de vida. Estos son:
  • Percepción
  • La atención
  • Memoria.
La Percepción. 

Desde las primeras semanas, los recién nacidos poseen una capacidad para percibir el mundo que los rodea. Esta percepción ocurre a través de los sentidos, como se puede suponer, las habilidades de los niños en este aspecto mejoran rápidamente con el paso de los años.

La percepción, necesita de los procesos de sensación (información captada acerca del mundo físico proporcionada por nuestros receptores sensoriales), desde la cual se constituye el proceso en el que seleccionamos, organizamos e interpretamos la información captada por nuestros receptores sensoriales, a esto llamamos percepción.
La percepción es entonces una interpretación de la sensación en forma estructurada y puede ser visual, auditiva, táctil, olfativa o gustativa.

La percepción capacita al ser humano para: distinguir la información necesaria, explorar lo que nos rodea y evitar peligros (obstáculos, trampas,...).

Los niños responden a los sonidos incluso antes de nacer, cuando están en el vientre de la madre y cuando perciben algún sonido intenso se mueven más. Al nacer ya oyen y reaccionan de manera diferente ante la distinta intensidad de los sonidos. Desde los primeros días los bebés son capaces de reconocer las voces de los familiares cercanos y se sienten más atraídos por los sonidos similares a la voz humana.

La Atención

Para el desarrollo de la percepción es necesario el funcionamiento de los procesos de atención, la cual es la capacidad del individuo para focalizar sus percepciones, en estímulos determinados, desestimando la relevancia de otras fuentes de estimulación.

En la escuela, el niño requiere del pleno funcionamiento de la atención para centrarse en la lección de la profesora y disminuir la atención en aspectos considerados secundarios para ese contexto como es el observar el color del lápiz o los ruidos que hacen otros compañeros.

En el recién nacido la atención es involuntaria. Entre el primer y el segundo año la atención en el niño está relacionada con sus intereses en el mundo circundante. Entre los tres y cinco años, el niño logra focalizar su atención en un mismo tema durante 30 a 50 minutos y entre los cinco y seis años logran hacerlo hasta una hora y media.

El aumento de la estabilidad de la atención se manifiesta cuando el niño realiza actividades como observar láminas, escuchar relatos y permanecer realizando una actividad con el 100% de su capacidad, esto se logra alrededor de los seis años.

La Memoria

Nuestra conducta y nuestro desempeño intelectual se manifiesta gracias a los procesos de memoria, la cual es el proceso por medio del cual codificamos, almacenamos y recuperamos información. Cada una de estas tres partes de la definición de la memoria -codificación, almacenamiento y recuperación- representa un proceso diferente.

Codificación: Es el recuerdo inicial de la información
Almacenamiento: Guardar la información para emplearla en un futuro.
Recuperación: Localización de la información almacenada.

La etapa infantil se caracteriza por el desarrollo intenso de la capacidad de retención mental y reproducción. En esta etapa la memoria es básicamente de carácter involuntario, el niño retiene lo que captó su atención en la actividad y lo que produjo una impresión en él.

Estos procesos cognitivos son las bases para el desarrollo de los procesos cognitivos superiores del ser humano: El lenguaje, el pensamiento y la inteligencia. Es por ello la importancia de brindar a los niños estímulos adecuados en calidad y cantidad, en el momento oportuno.

En las actividades y los juegos que el niño realiza, pone en funcionamiento los procesos básicos de atención, percepción y memoria. Cuando existen dificultades para atender, percibir y recordar es cuando el niño presenta problemas en la adquisición del lenguaje, la lectura-escritura y otras materias importantes para la etapa escolar y para su desempeño en general.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Frases

-Es un hecho incuestionable que la universidad contemporánea ya no es pensable por fuera de la relación recursiva que se establece entre investigación y docencia. Lo que queremos indicar con el término “recursivo” es que, en el seno de la universidad, la docencia y la investigación ya no pueden pensarse como actividades separadas. Esto es, la una debe nutrir y reorientar a la otra. en otras palabras, no pensamos bien la universidad si creemos que, en sí mismo, hay un tiempo para enseñar y que hay otro tiempo distinto y discernible para investigar, lo cual, obviamente, no excluye la necesidad de que en la cúspide de esa pirámide que es la universidad tenga que existir un sector de investigación, claramente diferenciado, cuya actividad básica consista en pensar y generar conocimientos, así como en apropiar y contextualizar el conocimiento científico­-tecnológico ya generado en otros lugares.


                                                                      Raúl Antonio Gómez Marín.




- aconseja al profesor que se olvide de su rol como trasmisor de conocimientos, y lo invita a que insentive el trabajo en equipo y a que no deje que sus alumnos sean pasivos, debido a que si el niño es pasivo asi sera su aprendizaje de tal manera que no se lograra una educacion satisfactoria, asi que el profesor se debe convertir en un amigo para el estudiante para que asi el aprendiz adquiera la suficiente confianza y se desenvuelva en su entorno educativo.

                                                             -Roger cousinet,

-«La garantía de una buena escuela son unos buenos maestros»
las leyes no influyen demasiado en la calidad de la educación. Por eso las leyes deberían centrarse en dar la mejor formación posible a los futuros maestros.
                                                                 
                                                                             Tonucci 
LOS SEIS MITOS DE LA EDUCACION MODERNA

Por: David W. Orr

Francis Bacon, Galileo, Descartes y los otros pensadores europeos ayudaron a establecer las bases del sistema educativo que hoy es cada vez más global; las bases que se veneran como reliquias sostenidas en seis mitos claves que hemos llegado a aceptar sin cuestionamiento.

MITO UNO: La ignorancia es un problema solucionable.

La ignorancia es una parte aceptable de la condición humana. No podemos comprender el mundo en su totalidad. El avance del conocimiento siempre cargó consigo el avance de alguna forma de ignorancia. Por ejemplo, en 1929 el conocimiento de lo que una sustancia como los CFCs le haría al ozono estratosférico era una ignorancia trivial. Pero en 1930 después que Thomas MidgelyJr., descubrió los CFCs, lo que era ignorancia trivial se convirtió en una brecha crítica amenazando la vida en el entendimiento humano, no cerrada hasta los años 70, cuando podría ya ser demasiado tarde. Con el descubrimiento de los CFCs, el conocimiento creció, pero como la circunferencia de un círculo expandiéndose, la ignorancia también creció.

MITO DOS: Con suficiente conocimiento y tecnología, podemos administrar La Tierra.

La complejidad de La Tierra y sus sistemas de vida jamás pueden ser "administradas" con seguridad. Lo que puede ser administrado, en cambio, somos nosotros: los deseos humanos, las economías, la política y las comunidades. Pero nuestra atención es atrapada por aquellas cosas que impiden las elecciones fuertes implicadas en la política, la moralidad, la ética y el sentido común. Tiene mucho más sentido reformarnos nosotros para entallar en un planeta finito que intentar reformar el planeta para servir nuestros infinitos deseos.

MITO TRES: El conocimiento (y por tanto la bondad humana) está creciendo.

Una explosión de información no debe ser malinterpretada como un crecimiento en el conocimiento y la sabiduría. Aunque algún conocimiento
crece, otros tipos de conocimientos se pierden. Por ejemplo, David Ehrenfeld ha destacado en las universidades muchos departamentos de biología no están contratando más gente en áreas tales como taxonomía u ornitología, enfocándose más bien en la biología molecular y la ingeniería genética, las cuales son más lucrativas pero no más importantes como áreas de investigación. Y no es solo el conocimiento en ciertas disciplinas lo que estamos perdiendo, sino también el conocimiento vernáculo, con lo cual me refiero al conocimiento que la gente tiene de sus lugares. De acuerdo a Barry López: "Año tras año está mermando el número de gente con experiencia e primera mano con la tierra. Las poblaciones rurales continúan mudándose las ciudades... En el despertar de esta perdida de conocimientos personales y locales, el conocimiento del cual se deriva la geografía real el conocimiento sobre el cual ultimadamente un país debe sostenerse, se ha hecho algo difícil de definir pero pienso que es siniestro e inestable".
Las universidades modernas no consideran que este tipo de conocimiento valga saberlo excepto para conservarlo como una rareza bajo "cultura popular". En cambio, concibe su misión como colaborando al "fondo del conocimiento humano" a través de las investigaciones. El historiador Page Smith ha dicho de esto: "La gran mayoría de la llamada investigación que se desarrolla en las universidades modernas no tiene ningún valor en esencia. Esta no empuja mucho las 'fronteras del conocimiento' omnipresentes como se evoca tan confiadamente. Esta no resulta en lo principal en mayor salud o felicidad para la mayoría de la población general o de cualquier segmento particular."  Considerando todas estas cosas, es posible que nos estemos volviendo más ignorantes de lo que debemos saber para vivir bien y sosteniblemente sobre La Tierra.

MITO CUATRO: El mundo es ordenado y arregladito, 'bien bonito'.

La educación moderna fragmenta el mundo en partes y pedazos llamados 'disciplinas' y 'subdisciplinas', cada una sellada hermeticamente de la otra. Como resultado, después de 12, 16 ó hasta 21 años de educación, la mayoría de los estudiantes se gradúan sin ningún amplio sentido integrado de la unidad de las cosas. Las consecuencias para el planeta son grandes. Por ejemplo, rutinariamente producimos economistas que carecen del más rudimentario entendimiento de la ecología y la termodinámica. Esto explica por qué nuestro sistema nacional de finanzas suma el precio de la venta de un bushel de trigo al producto bruto nacional mientras olvida restar los tres bushels de suelo perdidos para hacer crecer el de trigo. Como resultado de una educación incompleta, nos hemos engañado a nosotros mismos al hacernos creer que somos más ricos de lo que en realidad somos.

MITO CINCO: El propósito de la educación es producir gente 'exitosa'.

Thomas Merton identifica esto como "la producción de masas de gentes literalmente inútiles para todo excepto para tomar parte en una charada elaborada y completamente artificial". Su consejo a los estudiantes era "sean cualquier cosa que quieran ser, sean locos, borrachos y degenerados de todas las formas y maneras, pero a toda costa eviten una cosa: el éxito."  El hecho es simplemente que el planeta no necesita más gente "exitosa". Pero necesita desesperadamente más pacifistas, curanderos, restauradores, cuenta-cuentos, y amantes de todos los tipos. Necesita gente que viva bien en sus lugares. Necesita gente de coraje moral deseosa de unirse a la lucha para hacer el mundo habitable, justo y humano. Y estas cualidades tienen poco que ver con el éxito como nuestra cultura lo ha definido.

MITO SEIS: La cultura occidental representa el pináculo del logro humano.

Esto, por supuesto representa arrogancia cultural de la peor calaña y una suprema mala lectura de la historia y la antropología. Recientemente, esta visión ha tomado la forma de que porque Occidente 'ganó' la guerra fría, su sociedad debe ser el modelo ideal para el resto del mundo. Ciertamente, el estado comunista falló como sistema económico, mayormente porque produjo demasiado poco a un costo demasiado alto. Pero el capitalismo también ha fallado porque produce demasiado y comparte muy poco., también a un costo demasiado alto para nuestros hijos y nietos. El comunismo falló porque destruye también la moral. Este no es el mundo feliz que cualquier cantidad de abatidos anunciantes y políticos describen. Hemos construido un mundo de riqueza sibarita para unos pocos y una pobreza calcuteana para una clase inferior en aumento. El hecho es que vivimos en una cultura desintegradora. Ron Millerlo puso de esta manera: "Nuestra cultura no fomenta lo que es mejor o noble en nuestro espíritu humano. No cultiva la visión, la imaginación, ni la sensibilidad estética o espiritual. Esta no estimula la gentileza, la generosidad, el cuidado o la compasión. Cada vez más a finales del siglo veinte, la visión del mundo económico-tecnocrático-estatista se ha convertido en un monstruoso destructor de lo que es amable y reafirmador de la vida en el alma humana".

LOS SEIS MITOS DE LA EDUCACION MODERNA
David W. Orr es jefe del programa de estudios ambientales del Colegio Oberlin, y editor de educación del periódico Biología de Conservación. Sus libros incluyen "Alfabetismo Ecológico y La Tierra en Mente: Sobre laeducación, el ambiente y la perspectiva humana".


martes, 15 de septiembre de 2015

El recreo



  RECREO: ese momento tan esperado

“En los patios juegan, corren, saltan, se ríen como todos pero sin excesos. No se atropellan, no se arrojan al suelo, no se estropean la ropa. A Sarita le gusta mucho saltar a la cuerda y dar vueltas a ésta para que salten sus compañeras, mientras que algunas prefieren el ¡Pescador, pescador….me dejará pasar!” (Pablo Pizzurno, Prosigue: libro segundo de lectura corriente, 1925).
El tiempo y los espacios para el recreo no existieron siempre. En lugares cerrados o abiertos, chicos o grandes, de baldosas o tierra, los juegos infantiles pasaron de generación en generación. Algunos sufrieron modificaciones,  otras no tantas, muchos fueron olvidados. Antes del Iluminismo, en el siglo XVIII, no existía una concepción de infancia como período especial o propio en el desarrollo del hombre, como tampoco una concepción sobre la psicología del aprendizaje, del papel del juego, la fantasía o la imaginación, de la necesidad de organizar los grados según la edad y la complejidad de los conocimientos. Las actitudes ante la existencia humana seguían dominadas por la preocupación por el pecado y la necesidad de salvación. El compañero constante de la infancia era el temor a la vara. De un concepto negativo del niño como hombre pequeño, innatamente malo, con el pensamiento ilustrado se pasaría a un concepto positivo “la infancia buena” de Rousseau (silgo XVIII) o la infancia neutra, “tábula rasa” de Locke (silgo XVII). Durante el siglo XIX este concepto de infancia se articuló con el desarrollo de la ciencia pedagógica (Pestalozzi, Herbart, Fröebel) y con una nueva realidad social, política y económica (Revolución Industrial, Revolución Francesa, el capitalismo como modo de producción y la construcción de los Estados nacionales). La metáfora más utilizada en este siglo, era la del niño como capullo por abrirse.

En este contexto, a fines del siglo XIX, triunfaba la escuela pública, obligatoria y laica, el método de enseñanza simultánea y la escuela graduada (según el cual treinta o cuarenta alumnos realizaban a la vez la misma actividad).

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Ya a principios del siglo XIX hubo experiencias de recreo como la de SamuelWilderspin en Inglaterra, pero con el propósito de vigilancia, corrección y disciplina miento del niño. Para este maestro el patio se comparaba con el mundo, donde los pequeños eran dejados libres y los maestros tenían la oportunidad de observarlos y darles consejos. El recreo era visto como remedio para evitar las malas costumbres, corregirlas y rescatar a los niños de las tendencias perniciosas. Fue con la constitución de los sistemas educativos nacionales a fines del siglo XIX que se instituyó el recreo de manera generalizada. Los fundamentos para su implementación comenzaron a basarse en la biología, la fisiología y la higiene. El objetivo del recreo era reponerse de la fatiga. Según Lorenzo Luzuriaga (1995) “los recreos se establecieron en la escuela tradicional para romper la sucesión de clases en las que el alumno permanecía pasivo, y evitar la fatiga de éste”. Este concepto se refiere a lo que “ha ocurrido antes” y lo que “va a ocurrir después”. Así el recreo era pensado como imagen en negativo de lo que sucede en el aula, es decir como espacio y tiempo de catarsis física y psíquica. En la Argentina, Juana Manso introdujo la práctica de los recreos y los patios. Más tarde la Ley 1420 la incorporó como normativa obligatoria. En su artículo 14° establecía que: “Las clases diarias de las escuelas públicas serán alternadas con intervalos de descanso, ejercicio físico y canto”. Las diferenciaciones por género, tan comunes en el origen de la educación, llegaron a los patios. Rodolfo Senet, un reconocido pedagogo, prescribía que “en las escuelas mixtas los patios deben ser separados para ambos sexos y también separados los de niños pequeños y los mayores”. Las posibilidades edilicias no necesariamente se ajustaron a esto, pero los juegos separaron a ambos sexos por muchos años. En los recreos se jugaba al Arroz con leche, La Farolera, La Paloma Blanca, La Ronda de San Miguel, Aserrín, aserrán, A la rueda RUEDA, de pan y canela, Mambrú se fue a la Guerra mantan tiru liru lá…, Pisa pisuela, color de ciruela, vía, vía este pie no hay de menta ni de rosa para mí, querida esposa que se llama Doña Rosa…, la Escondida, el Balero, la Rayuela, a la Soga…. Como ejemplo, entre los juegos recomendados para niñas de primero y segundo grado a principios del siglo XX figuraban: los aros, las esquinitas, el pañuelo escondido, la mano caliente, el salto de la cuerda, el gato y los ratones. Varios pares opuestos existieron entre el aula y el patio. En el aula generalmente el niño no podía decidir con quién sentarse, en el patio podía elegir con quién jugar; el aula es un espacio cerrado, el patio es abierto; en el aula el control es casi total, en el patio es difuso. El recreo significaba la libertad de poder ser tal cual se era.


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“En el recreo se es lo que se quiere ser y lo que se sueña ser; En la escuela sólo se puede ser lo que se permite ser.”

 
“En el recreo se es lo que se quiere ser y lo que se sueña ser;
En la escuela sólo se puede ser lo que se permite ser.”

Tesis principales

El recreo escolar es un lugar donde se reproducen las relaciones de poder, se restringen las posibilidades de movimiento y se inhibe la motricidad.
El recreo escolar es un escenario de vidas construidas, de expansión de libertades, de expresión de humanidad desde la corporeidad/motricidad.

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¿Por qué indagar el recreo?: El recorrido por otras realidades escolares
    Es indudable que en los últimos años las pretensiones y los intereses de las investigaciones sociales y educativas, se han movilizado hacia la comprensión de otras alternativas, otras realidades posibles que se reconozcan en la naturaleza compleja y abierta del sujeto que se educa. Es desde esta mirada reflexiva, crítica y propositiva de las realidades, que el recreo escolar se ha ido instituyendo en la vida educativa y social como espacio de aprendizaje y socialización. Al respecto, el Ministerio de Educación Nacional2 (MEN, 2004, p. 11) considera al recreo escolar como “espacios reales donde se aprenden y practican competencias para la convivencia, el respeto y la defensa de los derechos humanos y el ejercicio de la pluralidad”.
    A pesar de que el recreo escolar cobra fuerza, vida y reconocimiento desde lo institucional, desde lo instaurado social y educativamente, son escasos los aportes y desarrollos teóricos y sociales en este campo, pues, aun no hay una valoración plena y no se le ha otorgado la relevancia que dicho escenario amerita en cuanto a su comprensión y las posibilidades que desde allí pueden emerger de caras a la formación humana, el desarrollo de sujetos por y para la sociedad y el aporte curricular y extracurricular que germina en aquel escenario.
    En la escuela, el recreo es asumido por los actores desde el cuerpo, la mente y el alma, desde el espíritu que se encarna, espíritu que vive y que siente, que sueña y que imagina a partir de su corporeidad
3 otros escenarios más de la institución, donde el escolar, libera las tensiones generadas en el aula en posición de quietud, aprende otros saberes que circulan en el mundo cotidiano, mundo mágico, construido y constructor de realidades posibles que potencializan su quehacer en el “mundo escolarizado” y lo trasciende en muchas ocasiones a otros contextos de su vida, socializa y se encuentra con otros totalmente diferentes a él pero que en algún lugar de su compleja naturaleza humana se vincula e integra a estos, se une y reconoce pese a sus diferencias, sueña y deja volar su imaginación con la de otros y la de sí mismo.
    Al acceder a esos otros mundos de la vida escolar, surge para las niñas y los niños el sueño de un recreo ideal a partir de algunas indagaciones: ¿A qué te gustaría jugar durante el recreo?; ¿Cómo te gustaría que fuera el recreo?; ¿Qué es lo que más te gusta de la escuela?, desde estas indagaciones, el recreo se convierte en uno de los escenarios más esperados e inesperados de la escuela, allí convergen distintas maneras de ser, actuar y pensar que se cristalizan a través de la acción corpórea, acción que implica un despliegue profundo y complejo del ser. A decir de Sergio y Toro (2005), “el ser humano compromete todo su ser en cualquier acción que realice y cada acción posee un carácter simbólico que surge de su subjetividad y de la relación con otros”. Así, el niño que es invisibilizado en las otras realidades de la escuela, en las otras vidas del mundo académico y escolarizado; en el recreo como escenario de mutación y de transformación, plantea otras posibilidades para vivenciar con su cuerpo, es decir, ingenia nuevas maneras de hacer y de ser, que van más allá de un simple lugar de “descanso”, que trasciende a un escenario de desarrollo de humanidad donde lleva a cabo las imposibilidades que no puede vivir en el aula de clase u otros espacios académicos.
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 El recreo escolar se convierte en la hora más esperada por los niños y las niñas en las escuelas, como si, al sonar el timbre, el patio que es una estructura inerte, vacía y deshabitada, fuera tomando vida y sentido, fuera revivida por la presencia corporal de los escolares, fuera habitada y permitiera la habitación y la vida en conjunta, vida entre semejantes, entre iguales, en pocas palabras, una vida que permite que ellos se constituyan como sujetos y constituyan al otro y lo otro del patio.
    Suena así el timbre y el recreo es una realidad vivificada, una realidad autentica; pero, esa autenticidad parte y es al mismo tiempo, una realidad imaginada, una realidad proyectada de y al mundo de vida cotidiano en el mundo escolarizado. Ese timbre, esa campana que anuncia, que permite, que valida socialmente la vida que emerge en la escuela, es la que convoca las vidas posibles, es la que inspira las mutaciones de la escuela, las mutaciones de los y las escolares, es la que abre las puertas a los mundos socialmente construidos por los actores en las realidades sociales de la escuela.
    El recreo junto a la clase de educación física, son los espacios y los momentos más alegres de la vida en la escuela para los niños y niñas, esto manifestado en sus juegos/recreo, en sus expresiones corporales y en sus imaginaciones puestas en escena. En este sentido, el recreo escolar es un lugar en el que el acervo cultural, la carga simbólica y los aprendizajes desescolarizados afloran, surgen y configuran otras maneras de la formación humana, en donde esta formación según Zambrano
4 (2002) debe
    “Asegurar que el cerebro- y en los niños casi siempre el cuerpo – se halle estimulado y activo. Esto, a su vez, motiva y reta al participante, tanto a dominar los que es familiar, como a responder a lo no familiar en términos de obtención de información, conocimiento, destrezas y comprensión”.
    Otra perspectiva pedagógica que sustenta las vidas posibles en la escuela desde el recreo, es planteada por Pavía et al (2007: 27), quien sugiere que
    “en la escala de lo cotidiano, hablar del juego popular es hablar de ciertos intereses compartidos, de un sentido social aprendido, de historias vividas en común que a veces tienen que ver con lo normativo institucional y otras con lo esperado colectivo”
    Es en ese lugar cotidiano donde convergen distintos tipos de conocimiento y diferentes formas de saber, siendo central, el saber popular, el conocimiento público, construido socialmente por todos los actores.
    En las realidades sociales del juego/recreo, al preguntarles a los escolares sobre su recreo anhelado, sobre sus sueños para un mejor recreo, “el más vacano”, algunos sugieren, traer implementos de sus casas, otros lo que desean es mayor libertad para jugar y otros expresarse como son y cómo pueden ser. Estas son utopías, ideales, sueños tal vez alcanzables que pareciesen inalcanzables:
    Que durara todo el día y que pudiéramos traer juguetes de la casa como bicicletas y muñecas. EFAC
    Que fuera por ahí de dos horas y que uno pudiera hacer lo que quiera. ELD
    Una cosa libre que nos pudieran dejar correr y desestresarnos, que no nos griten tanto y que las profesoras si uno les pregunta que fueran calmadas. EA
    Muchas de estas respuestas de los escolares indican el anhelo de libertad y reconocimiento que piden, que reclaman los niños y las niñas para que los docentes los visibilicen mínimamente en un contexto diferente al aula, en el cual, ellos son “autónomos, libres, son ellos mismos” y desarrollan sus capacidades y posibilidades motricias, afectivas, sociales y culturales. En este sentido, Velázquez
5 en su documento “una aproximación al mapa disciplinar de la pedagogía” retoma a (Carr, 1966) para quien la educación desde los filósofos griegos “está íntimamente relacionada con la promoción de la libertad humana mediante el desarrollo de las capacidades innatas de los individuos para pensar por sí mismos; deliberar, juzgar y escoger sobre la base de sus propias reflexiones racionales”.
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 La perspectiva de educación desde los filósofos griegos aporta el entender el recreo escolar como fuente de libertad, de desarrollo y de formación; tradicionalmente sólo se ha visto y asumido como un lugar donde el docente descansa del estudiante y viceversa, pero no se ha reconocido como un lugar constructor de vivencias significativas y profundas, un lugar donde se pone en escena lo fantasioso, lo mágico, lo “irreal”, lo imaginado, donde el escolar entrama, construye y reconstruye sus identidades individuales y colectivas, lo cual equivale a entender la complejidad y plasticidad del ser humano que se transforma en y desde la acción corpórea.
    Por otro lado, Ordoñez (2004) plantea la necesidad de la interacción social en la construcción de aprendizajes, aprendizajes que son particulares pero que no se aíslan de la relación con el otro, en este sentido afirma que es
    “individual y produce resultados visibles en desempeños individuales, pero el proceso ocurre naturalmente y se estimula en la interacción con otros y en la producción en colaboración con otros. Los demás son parte importantísima del medio en que se desenvuelve quien aprende y, por ende, de su aprendizaje permanente”.
    Si el recreo, como escenario de reunión, conversación, encuentro y desencuentro con los otros, es tratado por la escuela y se comprende y se le da sentido tal como lo referencia Ordoñez desde la interacción como principal elemento socializador, podría posibilitar de forma espontanea, lúdica e intencionada, la construcción de aprendizajes, no sólo instrumentales y reproducidos, sino, elaborados, exteriorizados y construidos desde el sujeto mismo, sin la preponderancia de los adultos quienes reprimen en muchas ocasiones los deseos y sueños de los escolares.
    Desde otra perspectiva, Morín
6 (1999: 21) al referirse sobre la enseñanza de la condición humana sostiene que
    “La educación del futuro deberá ser una enseñanza primera y universal centrada en la condición humana. Estamos en la era planetaria; una aventura común se apodera de los humanos donde quiera que estén. Estos deben reconocerse en su humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural inherente a todo cuanto es humano”
    Apostarle a la condición humana y a su proyecto de formación, es reconocer que la humanidad debe trazar propuestas en común, debe tomar en serio al otro y co- existir con este desde lo que se es y lo que se puede llegar a ser, debe considerar la diversidad cultural y particular para crecer como seres humanos, debe incentivar la búsqueda de la felicidad mediada por el cumplimiento de metas personales y socialmente compartidas. En este sentido, el recreo es otro lugar de la escuela, otro escenario, otro sitio socialmente construido, pactado para el descanso, el reabastecimiento de energía no sólo física u orgánica, sino, social, emocional, espiritual, racional; pero sigue “oculto” para el sistema y para los adultos que lo rigen, ya que también, debería ser tenido en cuenta como apertura de humanidad y reconocimiento de lo que allí generan los niños y niñas, como lugar de formación de humanos para la humanidad.
    Al mencionar este proyecto de humanidad, tal vez se puede soñar o pensar como utopías, fantasías o realidades imposibles; pero, sentir, pensar, hablar y vivir la utopía, es trascender por sueños anhelados, por otras realidades mágicas que no necesariamente están en otros mundos. Al considerar a Savater (2007) quien retoma a Tomás Moro, cuando se refiere a que la “Utopía es cómo serían las cosas si…”, muchos escolares, imaginan como seria el recreo si, proyectan como fuera la vida en la escuela si ellos tuvieran participación y fueran tenidos en cuenta.
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    En esta dirección el profesor Botero entrevistado por el profesor Jaramillo L, G, aborda una diferencia categórica entre el ser utópico y el ser utopista. “Para el primero (ser utópico) el sueño se queda en sueño y no logra plasmarse en lo concreto, no aterriza, es un sueño de imposibles; el segundo es aquel que hace del sueño una realidad”. En concordancia, las utopías de los escolares de tener un recreo soñado, idealizado, se convierte muchas veces en algo utópico, donde la elección y lo deseado por los niños y niñas solo es un sueño, una realidad inalcanzable, imposible, precisamente porque la escuela pocas veces los ha tenido en cuenta para construir propuestas curriculares que permitan orientar su paso por ella de manera incluyente y significativa para la vida de los aprendices; diferente seria si la escuela, los adultos y la sociedad mirara al escolar no como un adulto a menor escala, sino como, un ser en constante formación y potencialización de sus facultades humanas, las cuales consideradas en un contexto escolar haría más “productivos”
7 sus estadías por esta socialización secundaria (Savater, ibíd.).
    Una apuesta por otras lógicas de vida, otras realidades vividas y soñadas en la institución llamada escuela, es una apuesta por sus manifestaciones corporales, por sus expresiones motricias, entre ellas el juego/recreo, considerado como la expresión, que además de ser espontánea, es intencional y por tanto, posibilita que se exteriorice y se exprese la corporeidad/motricidad. El juego/recreo se construye también desde la intersubjetividad y permite las acciones de convivencia con las personas y el medio en que se juega, es decir, permite un intercambio real en el mundo de la vida cotidiana.
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    El juego entonces en el escenario del recreo, es una imbricación que se teje a partir de una inmanencia del cuerpo en el ser humano (Ponty 2000), un ejemplo de esto es ¿quién no recuerda una experiencia de escuela positiva o negativa?, ¿quién no recuerda algo que haya jugado y le haya generado sentido a su existencia en aquella época infantil? El juego infantil es precisamente ese tránsito entre lo posible y lo imposible, entre lo que puede ser y lo que está siendo, por esto, dice Flinchum que el juego abastece al niño de libertad para liberar energía reprimida, fomenta las habilidades interpersonales y le ayuda a encontrar un lugar en el mundo social. Ese lugar, que parte de la intención del niño no solo expresa un componente racional, sino que integra lo afectivo, lo corpóreo, lo cultural, lo espiritual; todo lo que el escolar es y transfiere a su contexto expresando su participación y construcción en las realidades socialmente construidas y compartidas.
    En síntesis, las instituciones educativas pueden considerar el escenario del recreo escolar como otro espacio más de formación en la vida escolar, otro escenario de vidas posibles y de posibles vidas, de hecho, algunas instituciones educativas han tomado consciencia y han reconocido la necesidad de integrar lo que pasa en el recreo, en el patio como otros lugares de la vida infantil (muestra de ello son las fiestas, basares, jean day, entre otros eventos culturales), esto no quiere decir que el recreo debe ser intervenido o manipulado por los adultos, más bien, estudiado y comprendido para luego transformar-se desde el acto educativo, es decir, transferir, retomar y aplicar las situaciones y acontecimientos emergidos de él (RECREO) para seguir llevando a cabo procesos de formación y construcción del ser humano.
    Los docentes de las distintas áreas del conocimiento, deben escudriñar, auscultar lo que sucede en el recreo, en el juego/recreo, y a partir de allí, mejorar sus prácticas pedagógicas, ya que en este escenario surgen y se refuerzan aprendizajes vistos en clase, se favorecen o desfavorecen valores, cualidades que hacen que un niño se comporte correcta o incorrectamente beneficiando o perjudicando a su grupo social. En este sentido, Locke (1986: 150) refiriéndose a los recreos, sugiere la necesidad de trabajar corporalmente para promover la formación de sujetos morales y rectos “Si es conveniente estimular la liberalidad, no lo es menos velar porque los niños no quebranten las leyes de la justicia”.
    El escolar reclama en su recreo ser reconocido (Murcia et al, 2005), ser tenido en cuenta, ser visibilizado, ser partícipe de lo que en la escuela se genera, tanto desde el juego/recreo como en otros escenarios vivos y vividos en la institución escolar y específicamente en su Recreo.
    La educación debe trascender la sola mirada tradicional y considerar los “contextos”, la vida cotidiana que muchas ocasiones se pone en evidencia en el recreo, lo cual implica un acercamiento y una comprensión por parte de los docentes para transferir, retomar lo que allí sucede para seguir contribuyendo con el aprendizaje y la formación holística del sujeto.

    Las instituciones como reguladoras de lo que sucede en la escuela y por ende en el recreo, deben incorporarlo en sus políticas institucionales y en sus proyectos educativos institucionales (PEI), promoviendo en el, un uso adecuado de libertades humanas en pro de la construcción de humanidad y evitando que allí se generen hábitos y conductas nocivas para el mismo proceso de formación.